El sentimiento
y ganas de moverse, el sabor, la diversión y, cuando se quiere, la sensualidad
y complicidad con la pareja es lo que destaca los bailes latinos de los demás.
Eso es lo que los hace tan especiales.
La salsa, la
bachata, el merengue, el cha cha cha, el mambo, la quizomba, la cumbia y un
gran etc. son especiales por ese sentimiento que se ha de sentir y ver en los
bailarines.
Como ya he
dicho ese sentimiento es un conjunto de varios sentimientos o sensaciones, que
voy a enumerar e intentar definir. Allá vamos.
Lo primero de
todo es… quitarse la vergüenza. Esa pequeña enemiga que no nos permite salir a
la pista de baile a practicar aquello que hemos aprendido. Es imprescindible
dejar la vergüenza atrás cuando se va a bailar para así abrirse y dar paso a…
la diversión.
La diversión
es otra de las sensaciones que nos acerca a sentir el sabor de la música latina.
Cuando se baila, nada de preocupaciones en la cabeza. Hay que olvidarse del
trabajo, de los problemas del día a día, del chic@ que no me hace caso, me
estarán mirando… No hay problema o preocupación alguna. Solo diversión: amigos,
fiesta, alegría, risas y sonrisas.
Como no, hay
que sentir la vibración de la música. ¿Qué quiero decir con vibración? Me
refiero a esas ganas de bailar y moverte en cuanto oyes la música. Aun sin
estar bailando vas contando los pasos mentalmente sin darte cuenta, estas
moviendo las caderas o los pies al ritmo de la música. Sentir esa vibración que
transmite la música a tu cuerpo que te lleva a bailar y hace que te muevas al
ritmo de esta. Podríamos resumirlo en dejarse llevar, cerrar los ojos y hacer
lo que tu cuerpo pide al son de la música.
Luego está la
complementariedad o unión, no solo con la música. Al bailar en pareja, ambas
personas deben saber moverse al mismo ritmo. El chico a de medir el nivel de la
chica y no excederse en pasos difíciles si ésta no sabe. La chica ha de
interpretar los pasos que el chico quiere que hagan. En definitiva, comprensión
del uno y el otro, sincronización y unión.
Y ya para
hacerlo perfecto y sentirlo todo, la sensualidad. Ahora bien, este sentimiento
es voluntario, por lo vergonzos@ que seas y la seguridad y confianza que se tiene
con la persona que estas bailando. La cercanía, movimientos de cadera y demás.
De todas formas, esta parte no es indispensable. Se hace con las personas con
las que estás segur@ y comod@.
Hago un breve repaso para que todo quede claro: en primer lugar, quitarse la vergüenza para estar abierto/a a todo lo positivo que venga; divertirse, reír y bailar sin límites, no existen las preocupaciones; notar la vibración de la música, sentir las ganas de moverte nada más oír la música; la complentariedad, saber llevar y dejarse llevar disfrutando de los movimientos; y la sensualidad, optativa.
Hago un breve repaso para que todo quede claro: en primer lugar, quitarse la vergüenza para estar abierto/a a todo lo positivo que venga; divertirse, reír y bailar sin límites, no existen las preocupaciones; notar la vibración de la música, sentir las ganas de moverte nada más oír la música; la complentariedad, saber llevar y dejarse llevar disfrutando de los movimientos; y la sensualidad, optativa.
Lo principal es sentir la música: la diversión y vibración, las risas y el movimiento. Pasárselo en grande de forma sana, sencilla y divertida ;P.